viernes, 29 de diciembre de 2017

CISNEROS Y LOS ORÍGENES DE LA REFORMA EN ESPAÑA

Portada Complutense 4º volumen
El Archivo Histórico Nacional exhibe en estos días uno de los grandes legados del Cardenal Cisneros, la primera Biblia Políglota, llamada también Complutense. Fue un 10 de julio de 1517, cuando apareció el cuarto volumen, correspondiente al Antiguo Testamento, y con el que se culminaba un proyecto que había comenzado en 1514. “Concluía así”, se afirma en la valiosa información que proporciona Laura Marías Martínez en la web del Archivo Histórico Nacional: “ la ambiciosa empresa del Cardenal como la calificaron sus contemporáneos, iniciada en 1514 con la publicación del quinto volumen, correspondiente al Nuevo Testamento, y continuada un año después con el sexto, que contiene un Vocabularium Hebraicum atque Chaldaicumy una gramática hebrea; es decir, el aparato crítico del Antiguo Testamento ... En cuanto al texto del volumen expuesto, que contiene los libros proféticos, se dispone en tres columnas en cada una de las planas y se distribuye de forma especular. En una de las columnas se sitúa el texto hebreo masorético y en otra el texto griego de la Septuaginta, con la nueva traducción interlineal latina hecha para la ocasión. En medio, el texto de la Vulgata latina. Así, el lector puede leer en primer lugar la versión hebrea del Antiguo Testamento, la más antigua conocida, cuya edición fue realizada por Pablo Coronel, Alfonso de Alcalá y Alonso de Zamora. Después, la traducción griega del Antiguo Testamento llamada “de los LXX”, basada en manuscritos prestados por la Biblioteca Vaticana y la Biblioteca de San Marcos de Venecia y en la que intervinieron, entre otros, Demetrio Ducas y Diego López de Zúñiga. Y, finalmente, el texto latino de la Vulgata, en su primera edición crítica impresa, preparada por Bartolomé Castro, Hernán Nuñez de Guzmán el Pinciano y Juan de Vergara y que había sido encomendada en sus inicios a Antonio de Nebrija (que se apartó del proyecto por diferencias con Cisneros concernientes al criterio de crítica textual empleado)”.
Es indudable el extraordinario valor de la que fue la primera Biblia Políglota del mundo. Es, sin duda alguna, la obra más representativa del Renacimiento Español, en palabras del profesor David Estrada 1 . Es, junto con la fundación de la Universidad de Alcalá, de lo más positivo que podemos destacar de la obra del Regente de Castilla. Pero, resulta curioso que, algunas otras de sus extraordinarias iniciativas no hayan recibido en este año, en el que también se cuumple el V centenario de su muerte, el eco que justamente merecían. En concreto, me refiero a a su participación en la difusión entre el pueblo, y en el lengua vulgar, de una serie de obras que contenían parte del texto bíblico. En primer lugar, la traducción al castellano por Fray Ambrosio de Montesino, de un libro denominado Vita Christi Cartuxano, a instancias de la Reina Isabel, y que apareció en cuatro volúmenes en primer lugar en Alcalá de Henares entre noviembre de 1502 y septiembre de 1503. Contenía una refundición de los evangelios junto con comentarios de los padres de la iglesia. Es la profesora Frances Luttikhuizen la que ha investigado más a fondo esta cuestión. En su gran obra España y la Reforma Protestante (1517-2017) nos dice que: “ Muy posiblemente, la idea inicial de la traducción la sugirió fray Francisco Jiménez de Cisneros, que había sido el confesor personal de la reina desde 1492, y que fue ella quien le encargó que buscase un traductor”2. En segundo lugar, apareció en Toledo en 1512 otra obra titulada Epístolas y Evangelios por todo el año, con sus doctrinas y sermones. Este libro vertía al castellano los pasajes bíblicos que se leían en la misa en latín cada domingo, así como comentarios y predicaciones de personajes como Nicolás de Lyra y Johann Herolt de Basilea. Esta obra fue traducida también por Montesino en este caso a instancias del rey Fernando. Nuevamente la profesora de Barcelona nos dice que: “lo más probable es que el Cardenal Cisneros, comprometido por la precisión de la traducción y aprovechando su nuevo cargo como regente de España, le hubiera recomendado al rey encargar una nueva traducción de los textos”3 No podemos pasar por alto la gran importancia de esta última obra, pues: “Con las muchas referencias cruzadas entre el Nuevo y el Antiguo Testamento Epístolas y Evangelios por todo el año,  puede ser considerada la primera edición impresa de porciones de las Escrituras al alcance del pueblo. La obra gozó de muchísimas reimpresiones hasta que fue puesta en el Índice de libros Prohibidos en 1559 como resultado del decreto que prohibía la divulgación de las Escrituras en lengua vulgar”4
De esta lectura de las Escrituras, se nutrieron los alumbrados-deixados, que serían los primeros reformadores españoles. Esto explica, en parte, la prohibición de libros como Epístolas y Evangelios por todo el año, en 1559. Y es que la lectura de la Biblia directamente en lengua vulgar, condujo a algunos españoles a conclusiones similares a las de los reformadores protestantes del resto de Europa. Tenemos aquí, pues, parte de los inmediatos y sorprendentes orígenes de la Reforma Española. ¿Cómo habría respondido Cisneros a este inesperado efecto de sus decisiones?
José Moreno Berrocal

1. En la introducción al Diálogo de Doctrina de Juan de Valdés, Eduforma, p.15.
2. Luttikhuizen Frances. España y la Reforma Protestante (1517-2017). Editorial Academia del Hispanismo, p 33.
3. Ibíd, p.34
4. Ibíd, p. 34
Profeta Isaías



     

miércoles, 20 de diciembre de 2017

LUTERO Y LA IMPORTANCIA DE LA NAVIDAD


En este año en el que estamos recordando 500 años del comienzo de la Reforma Protestante del siglo XVI, resulta fascinante reflexionar sobre la importancia que el reformador alemán Martín Lutero le daba a la Navidad. Uno de los muchos estudiantes que se alojaba con Lutero comentaba que al acercarse la Navidad: “todas las palabras, canciones y pensamientos del reformador estaban centradas en la encarnación del Señor”. Este mismo estudiante añade que, en una ocasión, suspirando dijo: “¡Qué pobres somos al permanecer tan fríos e indiferentes ante este gran gozo que nos ha sido concedido! Porque, de hecho, este es el regalo más grande que se nos ha otorgado, y que excede a todo lo que Dios ha creado. Y, sin embargo, creemos muy perezosamente, aunque los ángeles lo proclaman, lo predican y lo cantan, resumiendo su canción el todo de la fe cristiana que es ¡Gloria a Dios en las alturas! y que es el mismo corazón de la adoración”. Lutero alude aquí al pasaje de Lucas 2.14 que recoge ese himno de alabanza de las huestes celestiales a Dios, por el nacimiento del Mesías, delante de los pastores, en aquella primera nochebuena. Estas afirmaciones del reformador alemán nos proporcionan ya una pista sobre su forma de enfocar la Navidad: la inquebrantable conexión que hay entre la gloria de Dios y Cristo encarnado.
Lutero fue un autor muy prolífico y se conservan muchas obras suyas. Pero el historiador Roland Bainton sostiene que: “el mejor Lutero y el más característico aparece en sus sermones sobre la Navidad”. Examinemos algunas de los mensajes de Lutero que se centran en este tema. Celebrar la Navidad, para Lutero, es reflexionar profundamente sobre el hecho histórico de la encarnación, que Dios el Hijo, tomó carne como la nuestra, para salvarnos. De entrada, parémonos sobre su famosa obra sobre El Magnificat, el canto de alabanza de la virgen María, con el que exalta a Dios como su Salvador, y en el que se regocija por llevar en su seno al Señor, y que se encuentra en Lucas 1.46-55. Lutero dice, comentando el versículo 54: “Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia”, que María lo concluye: “mencionando la mayor de todas las obras de Dios, la encarnación del Hijo de Dios”. El reformador alemán encomia así la Navidad porque Cristo vino a este mundo para redimir a su pueblo: “del poder del diablo, del pecado, la muerte, el infierno, y para conducirlo a la verdad, la vida eterna y la salvación. Esta es la ayuda que canta María. Como dice Pablo en Tito 2.14: Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo de su propiedad”.
Asimismo, Lutero disfruta de la paradoja que representa el hecho de que la victoria de Dios sobre el pecado y sus consecuencias, se encuentra en un niño. Y es que la sabiduría de Dios excede a toda nuestra inteligencia. La imagen de un recién nacido concita la idea de debilidad e indefensión, lo último que podríamos asociar con la idea de la divinidad. Y, sin embargo, es en Cristo donde aparece el poder de Dios para salvación: “para mí no hay mayor consolación dada a la humanidad que ésta, que Cristo se hiciera hombre, un niño, un bebé … Ahora está vencido el poder del pecado, la muerte y el infierno … si vienes a este bebé que hace gorgoritos y crees que ha venido, no a juzgarte, sino a salvarte”. En otro mensaje, predicado en 1543, sobre el texto de Isaías 9.6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz”, Lutero dijo: “El Hijo de Dios descendió del cielo a este estado de humildad y vino a nosotros en nuestra carne, se encarnó en el vientre de su madre y se colocó en un pesebre y fue hasta la cruz. Esta es la escalera que colocó en la tierra para que por ella, pudiéramos ascender a Dios. Este es el camino que debes tomar. Si te apartas de este camino y tratar de especular acerca de la gloria de la Majestad Divina- sin esta escalera- inventarás cosas maravillosas que irán más allá de tu horizonte, pero lo harás a costa de dañarte a tí mismo”. Lutero está aquí haciéndose eco de uno de los temas fundamentales de su teología, su rechazo a conocer a Dios fuera de Cristo Jesús. El ser humano puede intentarlo y, de hecho, lo intenta, dice Lutero, pero solo en Cristo nacido y crucificado para nuestra salvación conocemos a Dios verdaderamente. Como enseñó el mismo Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí”, Juan 14.6.
Lutero era un hombre eminentemente práctico y un predicador sorprendente. Así, comentando el hecho de que no hubo lugar para José y María en el mesón de Belén, dice: “hay muchos que estaréis pensando para vuestros adentros ¡si tan solo yo hubiera estado allí! ¡me habría dado mucha prosa en ayudar al bebé! …. lo decís porque conocéis ahora la grandeza de Cristo. Pero si hubiérais estado allí, entonces, no lo habríais hecho mejor que los habitantes de Belén” y añadió: “ Tenéis a Cristo en vuestro vecino. Debéis servirle, porque lo que hacéis a vuestro vecino que está en necesidad, se lo hacéis a Cristo mismo”. La aplicación que hace Lutero no puede ser más apropiada, recibir a Cristo como Salvador implica necesariamente ayudar al más necesitado.
Celebrar, pues, la Navidad, es encontrar a Dios exclusivamente en el niño nacido de la virgen María, en Jesús, El Hijo de Dios. Es admirar a Dios por sus asombrosos caminos de salvación para con los hombres. Es descansar en el hecho de que nuestra salvación está asegurada en Cristo Jesús, Dios hecho carne. Y, si somos cristianos, es, igualmente, auxiliar al que precise de nuestro favor. La Navidad es Dios mismo viendo a nuestro encuentro en nuestra propia humanidad, para ser así, ese Dios y Hombre Salvador nuestro, por la sola fe en Cristo.
José Moreno Berrocal

jueves, 9 de noviembre de 2017

GUADALAJARA Y LOS INICIOS DE LA REFORMA PROTESTANTE ESPAÑOLA

Palacio del Infantado, Guadalajara

Recientemente tenía la oportunidad de pasear de nuevo, con mi esposa y algunos amigos, por los alrededores del imponente Palacio del Infantado de Guadalajara. Me encontraba en la capital alcarreña para participar en unas Jornadas sobre la Reforma Protestante organizadas por Fedegu. En un año en el que se recuerda la Reforma en todas partes, no podía faltar un acto como este en Guadalajara. La razón es obvia: es precisamente entre los muros de este gran edificio, donde se desarrolló el movimiento alumbrado español, también conocido como los dejados. Es aquí donde podemos rastrear los orígenes de un incipiente protestantismo español. 
Es entre los miembros de la casa del III Duque del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza de la Vega y Luna (1461-1531) donde prende la llama de esta corriente espiritual. Algunos aseguran que hasta el mismísimo Duque estuvo implicado. Resulta por ello emocionante entrar en las estancias del Palacio, en las que hace ya cinco siglos la Palabra de Dios encontró arraigo en tantos corazones. Y es que la consideración de los alumbrados como una forma embrionaria y autóctona de protestantismo hispano, se debe al hecho de que el movimiento se caracterizó principalmente por un retorno a las Escrituras como norma suprema de fe y conducta. Es la misma Inquisición la que nos informa de que la peligrosidad de este grupo radicaba en que eran lectores de la Biblia. Y es que, a principios del siglo XVI, circulaban entonces en España, entre otros libros religiosos, algunas porciones bíblicas en castellano. Por ejemplo, una obra conocida como La Vida de Cristo que era una refundición de los cuatro evangelios en lengua vulgar y que fue publicada en Alcalá en 1502, así como otro libro titulado Epístolas y Evangelios por todo el año con sus doctrinas y sermones  y que apareció en 1512. Ambas publicaciones vieron la luz a instancias del asombroso, controvertido y contradictorio cardenal Cisneros, del que, por cierto, también recordamos ahora los quinientos años de su muerte. No puede sorprendernos que algunos de los Mendoza apreciaran la Biblia. Tenían ya por entonces una larga relación con la Orden de los Jerónimos que en España buscó también seguir los pasos de su fundador, San Jerónimo, y dedicarse como él hizo, a la traducción y estudio del texto bíblico. Por otro lado, es también notable la protección que la Orden brindó a los judeoconversos. Curiosamente, muchos de los empleados del Duque lo eran. Empezando por Isabel de la Cruz, una de las iniciadoras del movimiento alumbrado, y que fue perseguida por la Inquisición.  Esta mujer era admirada por su conocimiento de las Escrituras y por la calidad de sus exposiciones bíblicas. También lo era María de Cazalla, que fue torturada por la Inquisición. Por supuesto lo era Pedro Ruiz de Alcaraz, que había nacido en Guadalajara en 1480, y que, posteriormente como empleado del Marques de Villena, extendió las ideas alumbradas en el Castillo de Escalona en la provincia de Toledo. Otro nombre a destacar es el del sacerdote de Guadalajara, Gaspar de Bedoya y que fue uno de los primeros en sufrir el rigor del llamado Santo Oficio.
Entre otros personajes relacionados, de alguna manera, con los alumbrados merece la pena destacar a Brianda de Mendoza, que llegó incluso a  testificar a favor de María de Cazalla durante su proceso inquisitorial, con su beaterio en otro de los extraordinarios Palacios de Guadalajara, el Palacio de Antonio de Mendoza conocido como Convento de la Piedad, ahora Instituto de Enseñanza Secundaria. Este lugar resulta fascinante por ser también punto de encuentro regular de mujeres ávidas de conocer la Palabra de Dios. La palabra beaterio resulta hoy extraña. La profesora Frances Luttikhuizen señala que “eran casas religiosas o comunidades informales, de mujeres piadosas y beatas vinculadas a la tercer orden franciscana de monjas laicas. Ofrecían una alternativa- y un refugio- para mujeres que sentían un llamamiento religioso pero que no querían entrar en un convento”1.  Es muy significativo que el Concilio de Trento decretara después, la supresión de estas llamadas monjas laicas. Es igualmente importante destacar que la espiritualidad alumbrada no solo afectó a algunas personas de alto rango sino que tuvo un amplio cariz popular. Las fechas del comienzo del movimiento alumbrado se remontan, quizás, a 1509 o 1510, pero es indudable que 1512 se registran ya las primeras predicaciones de Isabel y Alcaraz en los llamados conventículos, que eran reuniones más o menos formales y cuyo centro era la exposición de las Escrituras. Queda constancia de explicaciones de textos como Mateo 10.19,20 y Gálatas 4.22. El movimiento se extendió también por Pastrana, Cifuentes, Alcalá, Toledo y otros lugares de Castilla. 
Los términos con los que se conoce a este movimiento: alumbrados y dejados, arrojan mucha luz sobre sus creencias más destacadas. De entrada, eran conocidos como alumbrados. El término alumbrado ha sido también usado para referirse a otros grupos religiosos contemporáneos, como los seguidores de Francisco de Osuna, también conocidos como recogidos o místicos. Pero, estrictamente hablando, la expresión alumbrado solo puede ser usada con propiedad para referirse a los alumbrados dejados de Guadalajara. Estos se consideraban iluminados (por eso les decían alumbrados) por el Espíritu Santo al meditar en las Escrituras, de tal manera que, por medio de las mismas, alcanzaban una íntima y directa comunión con Dios e, incluso, certeza de salvación. Esto implicaba la independencia de la iglesia institucional para depender del Espíritu Santo. Y esto es precisamente lo que les hacía muy peligrosos para la Inquisición. Según Frances Luttikhuizen: “practicaban el principio del sacerdocio del creyente sustituyendo la autoridad de la iglesia y del papa por la del Espíritu Santo"2. Esta idea guarda una gran afinidad con la doctrina que, posteriormente, desarrollaría el gran teólogo de Ginebra, Juan Calvino, conocida con el nombre de el testimonio del Espíritu Santo. En cuanto al otro término con el que eran identificados, el de dejados, implicaba, en palabras del mismo Alcaraz, abandonarse al amor de Dios. Aludía a la incapacidad humana para salvarse y a una dependencia absoluta del favor de Dios para ser salvos. El gran erudito español José C. Nieto señala que en Isabel de la Cruz hay “una clara doctrina de la gracia en oposición a los actos humanos”3.  El amor es un don de Dios, y solo se puede responder adecuadamente al mismo, dejándose en las manos de ese Dios de amor en Cristo. Ese descanso en Cristo trae, igualmente, seguridad de salvación y consuelo.
Estamos, pues, ante un cristianismo con características similares al que se anunciará en otra latitudes europeas y que se conocerá como Protestantismo, una iglesia reformada que busca retornar a los orígenes mismos de la fe cristiana: las Escrituras. España no fue, por tanto, una excepción europea a ese anhelo de redescubrir las fuentes de la auténtica espiritualidad evangélica. Aquí también muchos gustaron de esa palabra de Dios que es más dulce que la miel, y que la que destila del panal, Salmo 19.10; y otros muchos sedientos bebieron en España de esa agua de vida que salta para vida eterna, Juan 4.14. 
José Moreno Berrocal

1. Luttikhuizen Frances. España y la Reforma Protestante. Editorial Academia del Hispanismo 2017, p. 52.

2. Ibíd, p. 50.

3. Nieto J.C. Juan de Valdés y los Orígenes de la Reforma en España. Fondo de cultura Económica 1979, p 113.

Palacio del Infantado, Guadalajara


viernes, 13 de octubre de 2017

WITTENBERG: CUNA DE LA REFORMA PROTESTANTE DEL SIGLO XVI





Stadtkirche St. Mari desde la Marktplatz

Emocionante visitar en compañía de mi esposa Lutherstadt Wittenberg en estos días en los que se cumplen quinientos años de la Reforma Protestante del siglo XVI. Es todo un placer poder pasear por las calles de esta tranquila ciudad tan alemana y que no sufrió los embates de la destrucción que causó la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, visitar la iglesia del Castillo de Wittenberg, la Schlosskirche, donde Martín Lutero clavó las 95 tesis y donde se encuentra su tumba y la de Philipp Melanchthon, mano derecha de Lutero y el Praeceptor Germaniae o maestro de Alemania. Iglesia fácilmente reconocible por la torre en la que se encuentran grabadas las palabras del famoso himno de Lutero: Ein' feste Burg ist unser Got o Castillo Fuerte es nuestro Dios. No puedo olvidar la iglesia Stadtkirche St. Marien donde Lutero, Melanchthon y Bugenhagen predicaron a menudo. Y, por supuesto, el monasterio agustino de Wittenberg, el llamado Augusteum que fue posteriormente la casa de Lutero, y que es ahora, uno de los mejores museos sobre la Reforma que hay en el mundo. Sin olvidarme de la casa de Philipp Melanchthon en la que residió nuestro querido compatriota, el burgalés Francisco de Enzinas al lado de la famosísima universidad de Wittenberg, en la que enseñaron los reformadores y por cuyas aulas pasaron tantos y tantos estudiantes. También pararse en la plaza del mercado, la Marktplatz donde está el ayuntamiento y varios hoteles, presidida por las estatuas de Lutero y Melanchthon. La ciudad está muy animada con numerosos visitantes de todo el mundo. Se ve que el aniversario ha sido preparado cuidadosamente. Desde la estación de tren hasta la entrada a la calles principales del municipio, han diseñado un precioso paseo con carteles de distintos colores alusivos al aniversario y con saludos de organizaciones de otras ciudades que también celebran la alegría que representó la Reforma. Hay también varios puestos de información sobre la Reforma.  Los museos que visitamos estaban llenos de gente. Se reconoce fácilmente a los coreanos pero también se oye el inglés hablado con acento americano. Hay gente grabando entrevistas por todos lados, vi dos equipos, uno haciendo entrevistas en italiano y otro en alemán. Las tiendas para turistas abundan con todo tipo de objetos y recuerdos referidos a Lutero principalmente. También hay libros, muchos libros, pero casi todos en alemán y algunos en inglés.
Y es que los libros son imprescindibles para entender la Reforma. Valorar adecuadamente incluso un lugar como Wittenberg en estos días, sería imposible sin haber leído sobre Lutero y la Reforma. Los libros en inglés, y, por supuesto, en alemán, son incontables. Pero también los hay en castellano. Se han publicado varias obras sobre Lutero y la Reforma en este año. Es algo por lo que tenemos que dar gracias a Dios. Posiblemenente la más conocida sea la biografía de Lyndal Roper Martín Lutero: Renegado y Profeta, un libro de más de seiscientas páginas. Pero a mí, particularmente, me sigue gustando mucho más la biografía de James Atkinson: Lutero y el nacimiento del protestantismo. Ya hace muchos años que fue publicada. La que yo tengo la publicó Alianza Editorial en 1980. La de Roper nos presenta a un Lutero de carne y hueso, con sus grandes defectos y muchas debilidades. Es necesario conocerlo así, sin duda alguna. El protestantismo no eleva a nadie a los altares. Como la Biblia hace con sus personajes, las biografías de los reformadores o de otros, no deben ocultar fallos y errores. Pero la biografía de Roper no provoca tampoco entusiasmo por el personaje. Uno se pregunta cómo explicar los orígenes de la Reforma Protestante con Lutero, si uno solo se queda fundamentalmente con sus innumerables pecados. En ese sentido, la biografía de Atkinson es superior. No oculta los excesos del personaje, pero resalta, al mismo tiempo, el indudable atractivo de Lutero. Este no residía en su persona, sino en el mensaje que cambió su vida y le dio su identidad más reconocible: Un redescubrimiento del evangelio de Jesús, y el consuelo que Dios nos proporciona en Cristo crucificado por los pecadores. Esto es Lutero y esto es la Reforma. Sin entender esto, si destacarlo, realmente no podremos comprender nada de lo que significó e implica hoy la Reforma de la Iglesia. Esta tuvo repercusiones sociales y políticas, pero, esencialmente, fue un acontecimiento bíblico y teológico. Atkinson rastrea los orígenes de la Reforma en los minuciosos estudios que efectuó Lutero en las Escrituras como profesor de la universidad de Wittenberg durante los años 1513 a 1517. Lo que queda de aquellas lecciones a sus estudiantes demuestra que, cuando publicó sus famosísimas 95 tesis, Lutero ya había redescubierto el evangelio. Esto aparece muy claramente en su comentario a la Epístola a los Romanos que data de esa época, concretamente de los años 1515 y 1516, aunque se publicara posteriormente. Romanos es la epístola de Pablo que Martín Lutero consideraba “la verdadera parte principal del Nuevo Testamento y el evangelio más puro”. Y es que Romanos revela el concepto capital de la salvación por la justicia de Dios en Cristo. Somos salvos porque Dios nos justifica por la fe en Cristo, es decir, nos atribuye gratuitamente su obra en la cruz como nuestra única justicia. Es verdad que, posteriormente, la ayuda exegética de un Melanchthon hizo que Lutero pudiera pulir el concepto de la salvación por la justicia imputada de Cristo. Pero resulta evidente que, el evangelio ya está redescubierto en 1517, cuando Lutero clava sus 95 tesis. Por ello, creo que la segunda parte del libro de Atkinson y, en particular, el capítulo sobre Lutero como profesor, nos dan la claves esenciales para entender a Lutero y a la Reforma. Esta no fue una obra de un hombre. La mano de Dios es evidente en la Reforma. Esta no es sino el anuncio de que “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles a los hombres en cuenta sus pecados”, 2ª Corintios 5.19. 
Caminar por Wittenberg es conmovedor porque hace quinientos años sus calles resonaron con el anuncio del evangelio. Las buenas nuevas que traen de parte de Dios gozo y paz en Cristo. Caminar por Wittenberg es recordar que:” El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios”, Tesis 62. Por eso emociona Wittenberg, porque su nombre estará siempre unido al del dulce evangelio de Jesús.
José Moreno Berrocal

Ayuntamiento de Wittenberg con la estatua de Lutero


lunes, 25 de septiembre de 2017

DUNDEE, ROBERT MURRAY MC CHEYNE Y LA ESPIRITUALIDAD EVANGÉLICA

Iglesia de St Peter's Dundee, Escocia

Estoy de vuelta después de un viaje a Dundee (Escocia) donde he tenido el privilegio de participar en una Conferencia sobre Misiones organizada por la European Mission Fellowship en conexión con la iglesia Trinity Baptist de Dundee. He disfrutado grandemente con la gran hospitalidad de los hermanos de esta congregación. Como parte de la misma, tuve también la ocasión de entrar en la iglesia de St Peter's en la que ejerció su ministerio el famoso predicador evangélico Robert Murray Mc Cheyne desde el 24 de noviembre de 1836, hasta su muerte el 25 de marzo de 1843. Solo tenía 29 años cuando murió. Mc Cheyne había nacido en Edimburgo un 21 de mayo de 1813. Tenía mucho interés de poder pasar por este lugar, ya que la biografía de Mc Cheyne, que publicó su gran amigo Andrew Bonar en 1844, Memoir and Remains of R. M. M'Cheyne  y que leí en 1985, es uno de los libros que más impacto han tenido en mi vida, sobre todo en en cuanto a mi llamamiento al ministerio cristiano de la predicación de la Palabra de Dios. A diferencia de otros muchos autores evangélicos escoceses, si tenemos varias de las obras de Mc Cheyne en español. Ya en 1961, el Estandarte de la Verdad, publicó muchos de sus sermones con una escueta introducción biográfica en un volumen titulado Mensajes Bíblicos. Libro que fue reimpreso en 1988. En 1986 la Editorial Clie publicó sus sermones sobre Las Siete Iglesias de Asia. Y contamos también con esa misma biografía de Andrew Bonar que editó Peregrino en 2004: La vida de Robert Murray M'Cheyne. En inglés se puede asimismo consultar una obra sobre Mc Cheyne escrita por el actual pastor de la iglesia de St Peter, David Robertson ( famoso por una serie de cartas que escribió a Richard Dawkins) y titulada Awakening: The Life and ministry of Robert Murray Mc Cheyne de Christian Focus. Es muy interesante porque añade nuevos detalles y más transfondo a lo que cuenta Bonar.
Recomiendo vivamente la lectura del libro de Bonar, (al igual que el de Robertson) pues es una de las obras que más claramente muestran el irresistible atractivo de la fe evangélica. Tenemos aquí la centralidad de la Escritura y de Cristo y de su Obra en la cruz, la primacía de la predicación, la salvación por la gracia de Dios, el conocimiento íntimo y experimental del Dios Trino y Personal, en oración y meditación, el amor por los perdidos, el anhelo de la santidad, la búsqueda del avivamiento y la honda preocupación social. Todos estos elementos, tomados conjuntamente, constituyen el meollo mismo del mensaje de la Biblia. Mc Cheyne es un ejemplo eminente de la transformación que Dios hace en una persona, de lo que llamamos la salvación. Es también un libro muy acertado para todos los que estén considerando el llamamiento pastoral. La obra de Mc Cheyne destaca todo lo que implica ser un buen ministro de Jesucristo, 1ª Timoteo 4.6. El sentido del llamamiento a predicar, la dedicación a la obra de servir en el iglesia, su sinceridad, su fervor, y su amor por los perdidos son características fundamentales de su labor. Su ejemplo es todo un acicate para cualquiera. 
Al pensar en Mac Cheyne, no puedo dejar de pensar en la eternidad. Es curioso que en la misma entrada de la iglesia, haya una piedra en el suelo, con esa palabra grabada. Creo que no está allí por casualidad, la vida y ministerio de Mc Cheyne ha sido considerada como una ilustración de la importancia de vivir a la luz de la eternidad. Su propia muerte prematura indica que hemos de estar preparados para la otra. Solo podremos morir en paz, y sin temor a la condenación, si somos del Señor Jesús, si le hemos recibido como Señor y Salvador. Este mensaje sobre la eternidad es también importante hoy. Es un distintivo de la fe evangélica, enfatizar la necesidad de tener en cuenta la duración de la eternidad. Es a lo que igualmente se refería Thomas Chalmers, profesor de Mc Cheyne y una de las influencias más importantes en su vida, con un ejemplo tomado de las matemáticas. Chalmers decía que la clave de esta ciencia reside en el concepto de la magnitud y que hay dos magnitudes que jamás debemos olvidar: la pequeñez del tiempo y la grandeza de la eternidad. Mc Cheyne nunca dejó de vivir a la luz de la misma. En un mundo que solo vive para el presente, el mensaje de Dios es a no tener en poco la eternidad. Es un mensaje contracultural, pero al ser la verdad, hace a la iglesia relevante siempre. Eso no significa que no podamos disfrutar de esta vida presente. Mc Cheyne lo hacía. Sus biógrafos destacan que amaba a sus familiares y pasar tiempo con ellos, le gustaba leer y escribir poesía, hacer gimnasia y dibujar. Mc Cheyne tenía, además, muchos amigos, con los que hablaba y oraba con frecuencia, bebía vino con moderación e, incluso, aunque no le agradaba tanto, se tomaba algún vasito de whisky, si se lo ofrecía alguno de los miembros de su iglesia, en las visitas que les hacía. Y, por supuesto, le encantaba pasear a caballo apreciando la arrebatadora belleza de Escocia. Pero, desde su conversión, se deleitaba de todo esto en Cristo, y no de todo esto sin Cristo. Procuró usar, pero no abusar de las cosas buenas y lícitas que Dios nos da en su creación. Es hacer todo lo que edifica para la gloria de Dios, como ya enseñó Pablo en 1ª Corintios 10.31. 
Si alguien quiere saber lo que es la fe evangélica, o conocer una de sus mejores versiones, y la razón por la que algunos estamos seguros que creer en  Jesucristo es lo mejor que nos ha podido pasar, lea la biografía de Bonar, la de Robertson, si sabe inglés, o los mensajes de Mc Cheyne. Esta es la auténtica espiritualidad evangélica.
José Moreno Berrocal

Iglesia de Broughty Ferry donde Mc Cheyne predicó su último mensaje sobre Isaías 60.1

viernes, 15 de septiembre de 2017

LA CENTRALIDAD DEL EVANGELIO



Aunque muchos han sostenido que las 95 tesis de Martín Lutero no reflejan con claridad su pensamiento posterior, tesis como la 62, indican que el reformador alemán si era claramente consciente de que el evangelio estaba siendo oscurecido por las indulgencias de Roma. Cuando Lutero afirma que"el verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios" está mostrándonos, por lo menos, la primacía que el evangelio debe tener en la iglesia cristiana. Mantener la centralidad del evangelio en la iglesia no es nada sencillo (como la misma controversia con respecto a las indulgencias estaba mostrando) porque como añade Lutero en la siguiente tesis, "este tesoro es muy odiado, puesto que hace que los primeros sean postreros". El evangelio ofende siempre al ser humano pues es un camino de salvación que solo da la gloria a Dios mismo. Por ello, el evangelio recibirá siempre los ataques más fuertes. Es por eso que resulta imperativo que podamos ser conscientes de cual es el principal objetivo de nuestros adversarios y, como es, por tanto, imprescindible que conozcamos bien el evangelio para poder así ponerlo en todo momento en el centro mismo de nuestra vida y testimonio cristianos.
Os animo esta semana a explorar la riqueza del evangelio , tal y como aparece en Romanos 1, en este programa que se emitió recientemente en Tiempo de Esperanza para Mancha Centro TV: https://www.youtube.com/watch?time_continue=13&v=hgPpQf_INiA

José Moreno Berrocal

lunes, 4 de septiembre de 2017

LA REFORMA: LO QUE NECESITAS SABER Y PORQUE


La Reforma: lo que necesitas saber y porque es un libro muy valioso. La principal razón estriba en que, difícilmente, se puede decir nada más y mejor sobre la Reforma Protestante del siglo XVI, de una manera tan sucinta. Es por ello una excelente introducción a la Reforma y a las implicaciones actuales de la misma.
La tesis fundamental del libro es que la Reforma fue el redescubrimiento del evangelio. Para Michael Reeves la Reforma fue “un movimiento positivo para avanzar hacia el evangelio”, p 44. Para John Stott: “los reformadores del siglo XVI, que dieron vigencia al término evangélico y a quienes recordamos con enorme gratitud y admiración, dejaron bastante claro que la fe evangélica es la fe cristiana en su forma original y auténtica”, p 47. En este sentido, la fe evangélica es, en palabras de Lindsay Brown, autor del atinado prólogo que presenta este libro: “ una reafirmación de la verdad apostólica”, p 21. Citando de nuevo a Stott “la fe evangélica es el evangelio”, p.54. Por ello, Stott nos exhorta a retener el término evangélico, y a procurar estar a la altura del mismo. En su contribución, Reeves nos muestra como la Historia de la Reforma está indisolublemente unida a la experiencia de salvación de Martín Lutero. No que Lutero fuera el único protagonista de la Reforma. Reeves menciona también la obra de Erasmo, Wycliffe y Tyndale, así como a algunos de los mártires de la Reforma, y a Juan Calvino. Pero, es indudable que Lutero es el primero que puso de manifiesto que el sistema católico-romano de salvación no podía traer paz y consuelo al culpable. Y es que hacía depender la salvación de lo que uno pudiera hacer por Dios. Es decir, era un mensaje que contradecía el del evangelio. Esa angustia por su pecado llevó al monje alemán a investigar concienzudamente las Escrituras. En las mismas hizo un descubrimiento extraordinario: que el ser humano solo puede ser salvo por la gracia de Dios. Que solo puede ser justificado por la fe en Cristo. Que la salvación no depende de nosotros sino solo de Dios. Lutero se había encontrado con el evangelio, las buenas noticias de salvación de Dios en Cristo para los pecadores. Por ello, Reeves concluye que el corazón de la Reforma se encontraba en el mensaje de la justificación por la fe sola: “la justificación es lo que hizo de la Reforma la Reforma”, p. 42. Al mismo tiempo, solo la recepción de la Biblia como suprema autoridad, la Sola Scriptura, podía, igualmente, proporcionar seguridad al alma de que se encontraba en las manos de Dios. Estas enseñanzas reformadas son de un valor extraordinario hoy también, ya que colocan nuestra aceptación y seguridad, no sobre nuestras impresiones, sino sobre una base objetiva: lo que Dios ha hecho en Cristo para salvarnos, y el testimonio infalible de esa obra divina en las Escrituras. Por su parte Stott nos recuerda que los reformadores fueron “renovadores y no innovadores”, p 47. Stott coloca el mensaje de la Reforma en el marco más amplio de la fe trinitaria, la afirmación de que creemos en Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. A la luz de la obra salvadora del Dios trino a favor nuestro, Stott nos desafía a “explorar nuestra responsabilidad personal con la fe evangélica y lo que significa mantenerla y transmitirla a otros”, p. 54.  Stott consigue así mostrarnos que la pertinencia de la Reforma hoy radica en nuestra defensa del Evangelio de acuerdo a la rica enseñanza bíblica sobre lo que implica ser evangélico.
Complementa a este libro una Cronología de la Reforma, interesante por mostrar como Dios preparó la Reforma mucho tiempo antes de que ocurriera, ¡así como por incluir fechas de la Reforma Española! Es también positiva la inclusión de Las 95 tesis de Lutero, de gran importancia histórica, como señal de partida de la Reforma. También destacaría el gran prólogo de Lindsay Brown al que tuvimos en España hace años, y que es autor de un precioso libro titulado Brillando como Estrellas. Otra serie de apéndices resultan valiosos por que inciden sobre la actualidad de la Reforma. Así, la reflexión de Alan Purser sobre Juan 17 es muy adecuada, en vista del hecho de que algunos de los versículos de este capítulo representan el caballo de batalla del movimiento ecuménico moderno. De una manera muy sencilla, y apelando de nuevo a Stott, Purser demuestra como la unidad por la que oró Jesús aquí, se basa en la palabra apostólica, es decir, en el evangelio. En esta misma línea Lloyd- Jones afirmó que “Nunca debemos comenzar con la iglesia visible o con una institución, sino solo con la verdad que es lo único que crea la unidad”, Unidad Cristiana ¿Cuál es su base verdadera? p 61. En tiempos como los nuestros en los que algunos sucumben al ecumenismo con Roma, hemos de recordar que no hay unidad sino se comparte el evangelio. Otros apéndices incluyen preguntas y lecturas para profundizar sobre la Reforma y su relevancia presente, los libros que recomienda el movimiento Lausana en España, así como una explicación de lo que fue ese movimiento, y su influencia en el mundo evangélico hoy.
Estamos, pues, ante una publicación que merece gozar de una amplia difusión, ya que identifica bien lo que fue la Reforma: el retorno al evangelio de Dios, Romanos 1.1, y como ese evangelio es lo único que hará que la iglesia  siga siendo sal y luz también en pleno siglo XXI.
José Moreno Berrocal


martes, 29 de agosto de 2017

ALGUNAS LECTURAS SOBRE LA REFORMA PROTESTANTE EN ESPAÑA


Algunas lecturas sobre la Reforma Protestante es un valioso conjunto de artículos de Carlos Martínez García en los que se destacan algunos de los recursos a nuestro alcance para poder comprender la Reforma Protestante del siglo XVI.  Comparto con el periodista y sociólogo mexicano mi admiración por la obra del gran historiador británico Diarmaid Maculloch. Su erudición y capacidad de síntesis son admirables, como lo es también, sin duda alguna, el conocimiento teológico que exhibe y que le permite entender bien lo que realmente fue la Reforma Protestante. Y es que, sin un adecuado bagaje teológico, es complicado profundizar sobre las causas y los principios de la Reforma.
Recientemente, en la todavía felizmente inconclusa serie, Carlos Martínez Garcia comentaba en tres entradas, XX a XXII, el primer capítulo del libro La Reforma Ayer y Hoy: http://protestantedigital.com/magacin/42768/Algunas_lecturas_sobre_la_Reforma_Protestante_XX  http://protestantedigital.com/magacin/42799/Algunas_lecturas_sobre_la_Reforma_Protestante_XXI http://protestantedigital.com/magacin/42885/Algunas_lecturas_sobre_la_Reforma_Protestante_XXIII Me agrada que la tesis sostenida en ese capítulo, que hubo una reforma española cuyos orígenes son de carácter endógeno, encuentre en Carlos Martínez una cálida acogida.  Yo, por mi parte, me siento heredero de muchos investigadores que han puesto de manifiesto que hubo una Reforma en España con características propias. Entre los mismos, y sin afán de ser exhaustivo, señalaría a Juan C. Nieto, David Estrada, Frances Luttikhuizen, Emilio Monjo, Manuel de León, Gabino Fernández, Francisco Ruiz de Pablos, José Luis Villacañas y, Stefania Pastore, y más recientemente, a José Martínez Millán.
Este primer capítulo de este libro, al igual que el segundo, fue escrito en 2013 y fue en sus comienzos  una de las ponencias que pude impartir en el marco de la Conferencia Cipriano de Valera que tiene lugar anualmente en la preciosa localidad de Piedralaves (Ávila) en las estribaciones de la Sierra de Gredos. Desde entonces, mi interés por las raíces de la Reforma Española no ha dejado de crecer. Si cabe, poseemos ahora muchos más datos para corroborar la tesis del carácter autóctono de la Reforma Española. Entre esas últimas aportaciones que así lo ponen de manifiesto, destacaría  la de la historiadora Frances Luttikhizen, en su obra La Reforma Protestante en España (1517-2017). Ya me he referido a este obra anteriormente y vuelvo a reiterar su gran importancia para entender la Reforma en España: http://scintilla15.blogspot.com.es/2017/06/espana-y-la-reforma-protestante-1517.html Véase también su artículo titulado El Cardenal Cisneros precursor del movimiento reformado español, publicado en el número 49 de la revista de Teología de la AEE: http://www.academia.edu/30087257/El_Cardenal_Cisneros_precurso_del_movimiento_reformado_espa%C3%B1ol  El carácter autóctono de la Reforma española reside en el hecho de que hubo un acceso, parcial y limitado si, pero efectivo, a la Escritura, en la España de entonces. No puede sorprendernos que el conocimiento de la Biblia o partes de la misma, trajeran un intento de reforma. Y es que, como dice Diarmaid Maculloch citando a Bernard Cottret, uno de los biográfos de Juan Calvino, frase que subraya Carlos Martínez Garcia: “la proliferación de las Biblias creó la Reforma en lugar de que esta haya creado a aquella”. Los albores de la Reforma Española tienen su origen en las parciales traducciones bíblicas que circulaban en España a comienzos del siglo XVI. Estas dieron su fruto en las vidas de los alumbrados españoles que son nuestros primeros reformadores. Nuestro gran  Juan de Valdés, por ejemplo, es heredero de esa rica tradición bíblica española que merece la pena conocer mucho mejor.

José Moreno Berrocal

lunes, 7 de agosto de 2017

LA LIBRERÍA SECRETA DE LUIS DE USOZ (1805-1865)


Volvía, hace pocas semanas, en compañía de mi amigo José de Segovia, a la Biblioteca Nacional de España con el propósito de visitar la exposición La Librería Secreta de Luis de Usoz (1805-1865) que, desde el 25 de mayo hasta el 10 de septiembre, alberga el Museo de la BNE. Al hacerlo, recordaba con mucha afecto las tardes que, recientemente, había pasado allí, examinando las  obras que se conservan del periodista protestante manchego Juan Calderón Espadero. También, y como parte de la investigación que estaba llevando a cabo sobre el erudito manchego, pude manejar algunos de los volúmenes de la Colección de los Reformistas Antiguos Españoles, en particular algunas las obras de Juan de Valdés. Me acordaba, igualmente, de la amabilidad del personal de la BNE y como me dieron todo tipo de facilidades para el trabajo que estaba realizando. El fruto de esa labor ha quedado plasmado en el libro sobre Juan Calderón Espadero que se acaba de publicar, y del que es asimismo autor Ángel Romera Valero:  http://editorialperegrino.com/tienda/1664-juan-calderon-espadero-9788415951537.html De hecho, esta exposición no es el primer homenaje que la BNE rinde al gran bibliófilo español ya que, en octubre de 2015, había acogido una mesa redonda en torno al filántropo español en el marco del V Congreso sobre la Reforma Protestante Española y que ese año estuvo dedicado a Usoz, coincidiendo con el 150 aniversario de su muerte. Y es que fue la BNE la que, por expreso deseo de Usoz, recibió como donación la inmensa librería que había acumulado el erudito español nacido en el Virreinato del Río de la Plata. Un detalle más del inmenso amor que tenía por España Luis Usoz al conseguir de esta manera que su inmensa colección permaneciese en nuestro país. La importancia de esta donación, un total de 11.357 elementos, que llevó a cabo su viuda María Sandalia del Acebal y Arratia en 1873, se pone de manifiesto en el hecho de que Juan Eugenio Hartzenbusch a la sazón Director de la BNE, creó un sello exprofeso para la misma con la signatura Usoz, un raro privilegio que solo comparte la de otro ilustre cervantista Juan Sedó Peris-Mencheta.
Estamos ante una excepcional muestra en la que, por medio de los ejemplares expuestos, se pueden apreciar los múltiples intereses de Usoz. De entrada, su amor por el texto bíblico. Así, por ejemplo, formaban parte de su biblioteca entre otras piezas, la edición del Nuevo Testamento en griego de Erasmo, el de Francisco de Enzinas en castellano, la Biblia de Ferrara, la Complutense, la del Oso y la del Cántaro o Reina-Valera de la que Usoz dijo que: “es a mi parecer la que debe servir de fundamento o base para otra mejor española. Y en su mayor parte no habrá más que copiarla”.  Fundamental, también en la exposición su labor de recuperación de la memoria histórica protestante española, plasmada en la Colección de los Reformistas Antiguos Españoles. Esta obra, fruto de una labor titánica, clandestina y de muchos años, serviría en parte a Marcelino Menéndez y Pelayo para escribir su inmensa Historia de los Heterodoxos Españoles.  En este sentido, es impagable la deuda del protestantismo hispano con Usoz. Entre otros, están expuestos ejemplares de las obras de Juan de Valdés quién, como se afirma en el catálogo confeccionado para la Exposición: “era el modelo de intelectual cristiano para Luis de Usoz”. Hay también ejemplares de obras de autores como Lutero, Calvino, Servet, Vives y Tomás Moro. Se reconoce también el aprecio de Usoz por la labor de Juan Calderón Espadero. Se puede ver el manuscrito autógrafo del Cervantes vindicado así como un ejemplar de su revista El Catolicismo Neto. Me parece también muy relevante que se incluya en la muestra el Cancionero de obras de burlas provocantes a risa, obra que fue publicada por primera vez en Valencia en 1511, ya que muestra a las claras el estado de España en esos momentos. Como comentaba Usoz en carta al hispanista y colaborador Benjamín Wiffen en 1852, sobre su motivación detrás de la edición de esta obra: “ ...llevado del deseo de probar, con este indecentísimo libro, lo que se permitía escribir en esta España quemadora de herejes ...”. Tampoco podemos entender a Usoz sin mencionar a los cuáqueros y su denodada lucha contra la esclavitud. En la muestra podemos contemplar un ejemplar de La Apología de Roberto Barclay, la obra clásica que define los principios de los Amigos, entre otros. También las poesías de Juan Francisco Manzano, esclavo de la isla de Cuba entre otros escritos antiesclavistas. De la incansable labor de los cuáqueros en España a favor de la abolición de la esclavitud española en América me he ocupado en mi obra sobre William Wilberforce: http://www.publicacionesandamio.com/products-page/andamio/william-wilberforce/ Otros intereses de Usoz como coleccionista de libros antiguos, raros y curiosos, aparecen también reflejados en la exposición. Así, un incunable de las fábulas de Esopo, un libro de Dioscórides o la geografía de Ptolomeo. En el opúsculo que se ofrece a la entrada de la exposición se añade que: “la magia de esta biblioteca reside no solo en el incalculable valor de sus ejemplares, sino en las notas y cartas que dejó Luis Usoz entre los mismos, para explicar a ese lector que un día los abriría libremente, la importancia o el misterio de cada uno”.
La Librería Secreta de Luis de Usoz (1805-1865) es una exposición de gran categoría. Su contenido nos revela una página muy desconocida de nuestra Historia. Pero una esencial, ya que sin ésta, no podremos nunca entender cabalmente lo que fue la España de la Reforma y la del siglo XIX. Durante mucho tiempo hemos tenido una idea muy fragmentaria de nuestra Historia. Es hora de ir encajando las piezas. Os recomiendo a todos que no os la perdáis, y que os sirva de acicate para redescubrir también a los clásicos de nuestra Reforma Española.



martes, 1 de agosto de 2017

CARLOS V Y LUTERO EN ESPAÑA (1517- 2017) y III.


En el último día, las ponencias del curso se centraron mucho más en la relación de Carlos V con España.  No podía faltar, por tanto, el conflicto comunero, con el que se encuentra el emperador en el mismo comienzo de su reinado. Los principales detalles de la lucha fueron hábilmente trazados por el profesor Francisco J. Aranda Pérez de la UCLM, en su conferencia Castilla también se altera: las comunidades en Toledo y La Mancha. Comenzando con una amplia exposición de la Regencia de Cisneros, y su aceptación de Carlos como rey, el profesor Aranda examinó la extensión geográfica del movimiento comunero, así como las causas del descontento: el empoderamiento flamenco y las desorbitantes peticiones de dinero para financiar el Imperio. Su intervención enlazaba así perfectamente con la de Carlos Javier de Carlos Morales de la UAM-IULCE sobre Los Recursos Fiscales y financieros del Emperador. Con todo lujo de detalles se expuso el concepto de gasto dinástico. En el mismo encontraríamos los dispendios cortesanos (2500 personas formaban la casa del Emperador) así como los gastos bélicos. Castilla fue desde el comienzo el pulmón financiero de Carlos V por su capacidad de endeudarse. Se dedicó mucho espacio a introducir los tipos de impuestos que existían entonces y el déficit constante que arrastraba el reino por causa del Imperio.  
Finalmente, el profesor Francisco Moreno Día del Campo de la UCLM en su ponencia sobre Economía y sociedad en La Mancha en tiempos de Carlos V trazó un cuadro del estado de la religión en Castilla La Mancha en esa época. Resultó fascinante reflexionar sobre el estado del clero católico en la época de la Reforma, un tema no muy estudiado. Se destacó el esplendor del cabildo catedralicio de Toledo en el siglo XVI, formado por unos 500 individuos, así como la opulencia de sus clérigos más destacados, y que revelan sus testamentos, en los que abundaban los tapices y no tanto los libros. En cuanto al sentimiento religioso imperante se disertó sobre la unidad entre el mundo rural y el urbano por causa de los santuarios, a los que se señaló como el lugar central de la religiosidad de entonces. Existen ya testimonios acerca de como los manchegos, incluso en 1540, en concreto en Villarubia de los Ojos, habían oído hablar de Lutero. Sobre este tema destacar también el libro Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha coordinado por Ángel Luis López Villaverde. Estas conferencias completaron el cuadro de la compleja realidad histórica que rodea a Lutero y Carlos V.
No se puede pasar por alto, finalmente, los coloquios sobre los temas tratados en los que se preguntó y se respondió con más amplitud, sobre algunos de los aspectos que más llamaron la atención de los muchos asistentes al curso. A mí me resultó particularmente interesante incidir sobre el origen autóctono de la Reforma Española. Esta aparece entre algunos de los judeoconversos españoles, aunque también hubo cristianos viejos entre los reformadores o protoreformadores españoles. Conocidos como los alumbrados dexados, llegan a conclusiones similares a las de Lutero mucho antes de 1517. La única explicación posible reside en el hecho de que tanto los alumbrados dexados, así como Lutero, reflexionan directamente sobre el mismo libro, la Biblia. No necesariamente sobre toda la Biblia sino en el caso de los dexados sobre partes de la misma a la que tenían acceso como ya apuntó, entre otros José. C. Nieto, y ha terminado de apuntalar Frances Luttikhuizen en su última obra sobre la Reforma en España. Por ello, unos y otros llegan a conclusiones similares sobre las doctrinas fundamentales de la fe cristiana como es la salvación por la mera gracia de Dios, es decir, por dejarse en manos de Dios para que este nos salve en Cristo. Esta claridad de la Biblia en sus temas centrales es lo que se conoce como la perspicuidad de las Escrituras, bajo la influencia de lo que se llama en Teología el testimonio del Espíritu Santo. El mejor ejemplo será el de Juan de Valdés, que engloba en su persona y obra, todo lo que fue la Reforma Española en sus comienzos.
En suma, un gran curso de verano al que fue todo un placer asistir.



lunes, 24 de julio de 2017

CARLOS V Y LUTERO EN ESPAÑA (1517- 2017) y II.


Un curso con un título como este no podía, bajo ningún concepto, dejar a un lado el siniestro papel de La Inquisición Española frente al luteranismo en tiempos de Carlos V. Así la profesora Henar Pizarro Llorente, de la Universidad Pontificia de Comillas, abundó sobre los elementos de continuidad entre la Inquisición que persiguió a los judaizantes primero, pero también a los alumbrados, y también a protoprotestantes como Pedro de Osma, y la que oprimió a los erasmistas y quemó luteranos ya en tiempos del emperador. Pizarro insistió igualmente en el hecho de que la Inquisición no solo procesó personas, sino que también se encargó de controlar la entrada de libros así como de quemar los que consideraba sospechosos de herejía. La actitud crecientemente intransigente de Carlos frente al erasmismo y el protestantismo español, coincide con la castellanización del emperador conforme se hispaniza su corte al ir muriendo sus consejeros flamencos. Este tema fue hábilmente tratado por el profesor Félix Labrador Arroyo de la URJC en su disertación sobre La Corte de Carlos V y la castellanización del emperador. 
No se puede entender la Reforma en España sin Juan de Valdés. El conquense es la gran evidencia de la existencia de un pensamiento evangélico autóctono ante de la llegada de los escritos de Lutero a España. De hecho, fueron dos las ponencias que incidieron en los hermanos Valdés, particularmente sobre Juan de Valdés. Así, el profesor Manuel Rivero Rodriguez, que habló en lugar de la profesora Stefania Pastore, que no pudo asistir, después de reconocer las afinidades del pensamiento de Juan de Valdés con Lutero, en la línea de lo ya afirmado por Marcelino Menéndez y Pelayo, interpretó la obra literaria de los hermanos conquenses en el amplio contexto de sus relaciones con la Corte de Carlos V. Perspectiva importante para entender mejor la textura del pensamiento valdesiano y su influencia mas bien entre personajes de alto rango. La profesora Elena Bonora de la Universidad de Parma en su Juan de Valdés y los espirituales se centró en la vida de Juan de Valdés en Italia, incidiendo también en sus conexiones políticas, aspecto no tan señalado por los estudiosos de Juan de Valdés. Pero, al mismo tiempo, entró en el análisis de la espiritualidad valdesiana, que llegó a ser la de los spirituali, caracterizada por la centralidad de la doctrina de la justificación por la fe. Otra faceta del pensamiento valdesiana es el acento en la experiencia religiosa y no en la mera forma y, por ello la minusvaloración de las ceremonias y los aspectos externos de la religión.
La aparición de la Compañia de Jesús en tiempos de Lutero y Carlos V fue también objeto de aguda reflexión. El tema de Ignacio de Loyola y los jesuitas fue tratado con gran pericia por la profesora Esther Jiménez de Pablo de la Universidad de Granada e IULCE. La figura del fundador es importante para entender a los jesuitas, particularmente su contexto como soldado y su querencia por el misticismo: Loyola adquiere su ortodoxia por su paso por Salamanca y Paris, poniéndose, finalmente ,a las órdenes del papa en Roma. La Compañía se funda en 1540 en un ambiente crecientemente contrareformista, aunque la imagen de los jesuitas como una institución creada para combatir la herejía sea más bien posterior, del siglo XVII, y que aparece de una manera notable en el arte barroco, con especial incidencia en América. Característica importante es que fundan colegios y no conventos, llegando a ser la enseñanza de los niños una de sus señas de identidad. Su éxito se debió, a sus vínculos con las Cortes europeas como confesores y a su pronta internacionalización.
Unos de los temas más novedosos que se trataron, y con obvias aplicaciones actuales fue el de Carlos V, Lutero y el peligro turco. Curiosamente había leído hace poco un artículo de Hans Schwarz: Luther and the Turks publicado en la Revista de Teología Unio Cum Christo en su número de abril de 2017. Miguel Ángel Bunes Ibarra del CSIC e IULCE, relató con todo lujo de detalles el contexto histórico de la expansión turca en Europa, incluída la actitud de Francisco I de Francia pactando con el Sultán Soleimán el Magnífico.  El interés de Lutero por los turcos aumenta después del ataque a Viena. Para ello, impulsa la recopilación de textos islámicos, incluida la traducción del Corán, y los estudia diligentemente con el propósito de rebatirlos. Lutero no es un oscurantista, no busca quemar el Corán, más bien quiere que los cristianos lo conozcan  para así poder contestar a sus afirmaciones. Aquí podemos apreciar también la novedad que representa Lutero. El reformador alemán realiza una lectura cuidadosa del Corán, señalando cómo el Islam, aunque reconoce a Jesús como sin pecado y como profeta de Dios, no lo tiene como el único Salvador. También destacó cómo la fe islámica se opone a las ideas sociales que Lutero desarrolla sobre el matrimonio civil y la función del Estado. Es de destacar que Lutero se opone a una lucha militar de carácter religioso contra el turco, viendo más bien el creciente poder turco como un castigo de Dios sobre un Occidente apóstata.

















lunes, 17 de julio de 2017

CARLOS V Y LUTERO EN ESPAÑA (1517-2017) y I.



Excelente curso de verano el que ha tenido lugar en Alcázar de San Juan organizado por la UAM, IULCE y el Ayuntamiento del Corazón de La Mancha, bajo la dirección de los profesores Manuel Rivero Rodríguez y Carlos Javier de Carlos Morales. Con una muy buena asistencia de alumnos, inscritos al efecto, tuvo lugar en el Hotel Convento de Santa Clara desde el 3 al 5 de julio. De entrada, la iniciativa no podía haber sido más oportuna, en este año en el que se cumplen 500 años del comienzo oficial de la Reforma, con la aparición de las 95 tesis de Lutero, y la llegada a España de Carlos, hijo de Felipe y Juana. Ambos personajes llegarían a encontrarse en la no menos extraordinaria fecha del 16 al 18 de abril de 1521 en la ciudad de Worms, en uno de los momentos históricos que han marcado la Historia de la Humanidad. El curso ha servido fundamentalmente para indagar en el contexto histórico de ambos personajes, con un minucioso análisis de muchos detalles que sirven para entender mejor la trayectoria de Lutero y Carlos. Intentaré bosquejar las distintas aportaciones entremezclándolas, incluyendo mis propias reflexiones al respecto.
El profesor José Martínez Millán (UAM-IULCE) abrió el curso con una soberbia exposición acerca del humanismo: Carlos V y el humanismo cristiano.  El concepto de humanismo conforma el contexto de Carlos y Lutero pero es, al mismo tiempo, una idea que entraña una gran profundidad. El humanismo tiene varias caras y distintas texturas y objetivos. No es exactamente igual el que deja su impronta en Borgoña, que el español. E, incluso, en este se podrían rastrear para algunos dos corrientes, la fernandina y la isabelina. Añádase también a este cóctel la no pequeña influencia de Erasmo en España, como ya puso de manifiesto el gran Marcel Bataillon en su gran obra Erasmo y España. Esto no significa que toda heterodoxia en nuestra nación fuera fruto del erasmismo. Aquí es donde la contribución de Jose C. Nieto resulta esencial para nuestro entendimiento del carácter autóctono del protestantismo español. El profesor Nieto ya demostró con claridad, que los principios teológicos de los alumbrados dexados mostraban a las claras que no eran erasmistas. Carlos es educado en el humanismo de corte más bien europeo, y es, crecientemente influido por el español. En el caso de Lutero, encontramos que se benefició del retorno a las fuentes del saber, ad fontes, ya auspiciado por el humanismo alemán y por la puesta en práctica del mismo por Erasmo con la primera edición de su Nuevo Testamento en griego. Pero, a la postre, Lutero rechaza los presupuestos teológicos del humanismo de Erasmo como aparece con toda claridad en su controversia con el holandés en su obra capital De Servo arbitrio. El legado teológico del reformador alemán fue expuesto con maestría por el profesor de la UCLM, Porfirio Sanz, en su ponencia sobre Lutero Y Enrique VIII. Sanz nos deleitó con un exacto estudio de los principios teológicos de los reformadores y que acabarían siendo explicados bajo cinco lemas denominados solas: Sola Scriptura, Sola Gratia, Sola Fide, Solo Christo y Soli Deo Gloria. Afirmaciones que fueron explicadas con mucha precisión, incluida su base bíblica. El concepto de gracia en las Escrituras, como favor soberano de Dios para los pecadores en Cristo, excluye necesariamente el concepto de mérito que retiene Erasmo en su teología. Fascinante también el estudio sobre la relación entre la casa de los Habsburgo y Lutero, llevada a cabo por el profesor Rubén González Cuerva (CSIC-IULCE) En la misma quedó claro cómo el enfoque sobre cómo afrontar la Reforma y sus consecuencias por parte de Carlos y, después, también, su hermano Fernando, es muy distinto al de Lutero. Para los Habsburgo, las dificultades surgidas entre Lutero y el Papado pueden ser superadas por la negociación política. Después de todo, el Emperador está investido de una autoridad concluyente, idea que hunde sus orígenes en teorías políticas de la Baja Edad Media, por lo menos, tema que desarrolló magistralmente el profesor Manuel Rivero Rodríguez (UAM-IULCE) en su muy apreciada La “tercera vía”: Gattinara, Adriano VI y Erasmo. Una ponencia que explica muchos aspectos del comportamiento del Emperador con los papas, a la luz de la influencia, sobre todo, de Gattinara. Para el reformador alemán, no hay tal posibilidad de acuerdo con las doctrinas papales medievales, pues estas no solo han traído el conflicto, sino que tampoco se desea abandonarlas por las que están de acuerdo con la Palabra de Dios. Por ello, concluye Lutero, la verdad de Dios expresada en las Escrituras, no puede amoldarse a los deseo humanos de paz a toda costa. Es verdad que hubo muchos vaivenes en esa relación entre Lutero y los Habsburgo, desde la Dieta de Worms, pasando por las de Spira y llegando a la de Augsburgo. Ratisbona en 1541, es un último intento fallido de concordia, imposible ya a la luz de la deriva del Papado hacia posiciones de intransigencia doctrinal en las que Roma define su postura contrarreformista.



martes, 11 de julio de 2017

TIEMPO DE ESPERANZA

Con la ayuda de mi amigo Ronald Achacata Condori, llevo años colgando en otro blog, llamado Tiempo de Esperanza, muchos de los programas de TV que hacemos con Mancha Centro TV. Os dejo el enlace en youtube del último programa que estaba dedicado a uno de los libros más fascinantes del Nuevo Testamento, el de los Hechos de los Apóstoles.

viernes, 7 de julio de 2017

OTRO CURSO DE VERANO SOBRE LA REFORMA PROTESTANTE


También la Universidad Complutense de Madrid organiza otro curso de verano sobre la Reforma Protestante del siglo XVI, en este caso en El Escorial del 17 al 21 de julio. Dirigido por  José Luis Villacañas Berlanga, cuenta con ponentes de la talla de Antonio Rivera Garcia e Ignacio García Pinilla entre otros muchos reconocidos expositores. En el anuncio del curso podemos observar claramente cómo el propósito del mismo es mostrar el indudable impacto de la Reforma en la configuración del mundo moderno:
"Se suele asociar el inicio de la Reforma con la publicación de las noventa y cinco tesis por parte de Lutero hace ahora 500 años. Este gesto, como el posterior desafío al poder de Carlos V en la dieta de Worms de 1521, supuso el mayor de los retos que debió afrontar la sociedad medieval construida sobre los dos poderes centrales de la Iglesia y del Imperio. La Reforma iniciada por Lutero se ha reconocido como el inicio de una dinámica intelectual que conduce a esa época, hoy desdibujada, pero quizá definitiva, que es la Modernidad. Este curso quiere evaluar el significado que, para este proceso moderno, tiene el trabajo intelectual del Dr. Martín Lutero. Asimismo quiere mostrar cómo esta nueva mirada influye en todas las esferas de la vida social europea. El curso, no sólo intentará identificar los planteamientos fundamentales de su nueva comprensión del ser humano y de sus relaciones con Dios, sino también los planteamientos básicos de su teología, su significación para la ciencia moderna, su influencia sobre el pensamiento político y económico, y su posición con
respecto a la moderna comprensión de la nación y del derecho, sin olvidar los cambios estéticos ocasionados por su nueva teología centrada en la Palabra. Se pretende, en definitiva, identificar todo lo que todavía hoy permanece de su legado"

lunes, 3 de julio de 2017

LA REFORMA Y LA DIGNIDAD DEL SER HUMANO
























En esta ocasión, os dejo el vídeo de la entrevista que me realizó José Pablo Sánchez, director del  programa de TVE Buenas Noticias TV, sobre La Reforma Protestante y la Dignidad del ser humano. El programa se emitió el pasado domingo día 2.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/buenas-noticias-tv/buenas-noticias-tv-reforma-dignidad-del-ser-humano/4093439/

sábado, 1 de julio de 2017

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE JUAN CALDERÓN ESPADERO EN ALCÁZAR DE SAN JUAN




La presentación del libro de Juan Calderón Espadero: primer cervantista manchego y primer periodista protestante español, el pasado 28 de junio en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan, contó con una buena acogida entre el numeroso público que acudió al acto. Os dejo un reportaje bastante completo que realizó la cadena de televisión Mancha Centro TV:

https://www.youtube.com/watch?v=us9Vnmt50Vg

jueves, 29 de junio de 2017

CURSOS DE VERANO SOBRE LA REFORMA





Alcanzando ya el ecuador de las conmemoraciones del 500 aniversario de la Reforma del siglo XVI, se siguen programando muchos cursos de verano centrados en la Reforma a lo largo y ancho de España. En primer lugar, del 3 al 7 de julio Apunts didàctics sobre el llegat de la Reforma Protestant en Canet de Mar, organizado por el Institut de Ciències de la Educació de la Universitat de Barcelona, y coordinado por la profesora Frances Luttikhuizen. Cuenta con ponentes de la talla de David Estrada de la Universidad de Barcelona, Josep Lluis Carod-Rovira de la Universidad Pompeu Fabra, la doctora María Martín Gómez de la Universidad de Salamanca o el Doctor Herman Selderhuis entre otros muchos ponentes. En el tríptico que lo anuncia se nos dice que: " El año 2017 se conmemora el 5º centenario del inicio de la Reforma Protestante.  En toda Europa y del mundo organizan actos y cursos en el marco de "Refo500", una plataforma internacional dedicada a difundir el conocimiento de los 500 años de legado de la Reforma y que cuenta con la participación de todo tipo de instituciones, museos, universidades, iglesias y organizaciones tanto protestantes como católicas.
  Dentro de este marco, el curso "Apuntes didácticos sobre el legado de la Reforma Protestante" propone estudiar el impacto de la Reforma en la ciencia, el arte, la música, la literatura, el cine, la economía y la sociedad .  El objetivo general es proporcionar conocimientos y herramientas didácticas dirigidas al desarrollo de nuevas vías de investigación, redes de excelencia y actividades multidisciplinares.  Los ponentes son reconocidos especialistas en las diferentes materias con años de experiencia docente en la educación secundaria y universitaria y en la investigación.
  El deseo de acercarnos a una cultura más plural y abierta, junto con la necesidad de adecuar nuestras enseñanzas a esta realidad, justifican de lleno estas jornadas dirigidas a los docentes de educación secundaria y al público en general".
También la Universidad Autónoma de Madrid organiza en Alcázar de San Juan otro curso de verano con el título de Carlos V y Lutero en España (1517-2017) del 3 al 5 de julio. Este Curso está coordinado por los profesores de la UAM, Manuel Rivero Rodríguez y Carlos Javier de Carlos Morales. En la información relativa la Curso se afirma que: "Según se afirma en la tradición, el 31 de octubre de 1517, Martín Lutero colocó sus 95 tesis contra la venta de indulgencias en la puerta de la iglesia del Palacio en Wittenberg, un acontecimiento que se considera como el principio de la reforma protestante. Unas semanas antes, el 17 de septiembre, Carlos I había desembarcado en las costas españolas, en el pequeño puerto de Tazones, para hacerse cargo de la herencia dinástica de sus abuelos maternos, Isabel y Fernando. Ambos acontecimientos, casi simultáneos, no tardaron en cruzarse en el devenir de la Historia. En este curso de verano planteamos un acercamiento a un periodo caracterizado por la ruptura de la Cristiandad, en el que se pusieron de manifiesto en la Corona de Castilla (con especial atención al antiguo reino de Toledo y La Mancha), las contradicciones entre la Reforma luterana, Carlos V y el Humanismo cristiano". Este curso cuenta con la presencia de Stefania Pastore de la Universidad de Pisa, quien, junto a Frances Luttikzuizen y Doris Moreno sea posiblemente la profesora que más sabe de la Reforma Española en nuestros días. Pastore es autora de varias obras sobre la Reforma Española y su contexto. Su obra más conocida es Una Herejía Española. conversos, alumbrados e Inquisición (1449-1559) texto fundamental para poder entender las raíces y peculiaridades de la Reforma Española del siglo XVI.