martes, 1 de agosto de 2017

CARLOS V Y LUTERO EN ESPAÑA (1517- 2017) y III.


En el último día, las ponencias del curso se centraron mucho más en la relación de Carlos V con España.  No podía faltar, por tanto, el conflicto comunero, con el que se encuentra el emperador en el mismo comienzo de su reinado. Los principales detalles de la lucha fueron hábilmente trazados por el profesor Francisco J. Aranda Pérez de la UCLM, en su conferencia Castilla también se altera: las comunidades en Toledo y La Mancha. Comenzando con una amplia exposición de la Regencia de Cisneros, y su aceptación de Carlos como rey, el profesor Aranda examinó la extensión geográfica del movimiento comunero, así como las causas del descontento: el empoderamiento flamenco y las desorbitantes peticiones de dinero para financiar el Imperio. Su intervención enlazaba así perfectamente con la de Carlos Javier de Carlos Morales de la UAM-IULCE sobre Los Recursos Fiscales y financieros del Emperador. Con todo lujo de detalles se expuso el concepto de gasto dinástico. En el mismo encontraríamos los dispendios cortesanos (2500 personas formaban la casa del Emperador) así como los gastos bélicos. Castilla fue desde el comienzo el pulmón financiero de Carlos V por su capacidad de endeudarse. Se dedicó mucho espacio a introducir los tipos de impuestos que existían entonces y el déficit constante que arrastraba el reino por causa del Imperio.  
Finalmente, el profesor Francisco Moreno Día del Campo de la UCLM en su ponencia sobre Economía y sociedad en La Mancha en tiempos de Carlos V trazó un cuadro del estado de la religión en Castilla La Mancha en esa época. Resultó fascinante reflexionar sobre el estado del clero católico en la época de la Reforma, un tema no muy estudiado. Se destacó el esplendor del cabildo catedralicio de Toledo en el siglo XVI, formado por unos 500 individuos, así como la opulencia de sus clérigos más destacados, y que revelan sus testamentos, en los que abundaban los tapices y no tanto los libros. En cuanto al sentimiento religioso imperante se disertó sobre la unidad entre el mundo rural y el urbano por causa de los santuarios, a los que se señaló como el lugar central de la religiosidad de entonces. Existen ya testimonios acerca de como los manchegos, incluso en 1540, en concreto en Villarubia de los Ojos, habían oído hablar de Lutero. Sobre este tema destacar también el libro Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha coordinado por Ángel Luis López Villaverde. Estas conferencias completaron el cuadro de la compleja realidad histórica que rodea a Lutero y Carlos V.
No se puede pasar por alto, finalmente, los coloquios sobre los temas tratados en los que se preguntó y se respondió con más amplitud, sobre algunos de los aspectos que más llamaron la atención de los muchos asistentes al curso. A mí me resultó particularmente interesante incidir sobre el origen autóctono de la Reforma Española. Esta aparece entre algunos de los judeoconversos españoles, aunque también hubo cristianos viejos entre los reformadores o protoreformadores españoles. Conocidos como los alumbrados dexados, llegan a conclusiones similares a las de Lutero mucho antes de 1517. La única explicación posible reside en el hecho de que tanto los alumbrados dexados, así como Lutero, reflexionan directamente sobre el mismo libro, la Biblia. No necesariamente sobre toda la Biblia sino en el caso de los dexados sobre partes de la misma a la que tenían acceso como ya apuntó, entre otros José. C. Nieto, y ha terminado de apuntalar Frances Luttikhuizen en su última obra sobre la Reforma en España. Por ello, unos y otros llegan a conclusiones similares sobre las doctrinas fundamentales de la fe cristiana como es la salvación por la mera gracia de Dios, es decir, por dejarse en manos de Dios para que este nos salve en Cristo. Esta claridad de la Biblia en sus temas centrales es lo que se conoce como la perspicuidad de las Escrituras, bajo la influencia de lo que se llama en Teología el testimonio del Espíritu Santo. El mejor ejemplo será el de Juan de Valdés, que engloba en su persona y obra, todo lo que fue la Reforma Española en sus comienzos.
En suma, un gran curso de verano al que fue todo un placer asistir.



EL CONSUELO DEL PACTO DE REDENCIÓN